viernes, 2 de noviembre de 2012

Y solo entonces llego a calmarme. Cada vez que lo hace, cada vez que sonríe. No sé como ni de qué forma pero basta estar en la peor situación para que llegue y me la convierta en una de las mejores. Me pierdo en sus ojos, en cada gesto, en cada estupidez que sale de su boca, en la forma en que se enfada o en la forma en que me mira...en cada detalle, en cada abrazo, en cada beso, en cada por qué, o en los "te quiero". Tal vez tenga la virtud de hacerlo, de hacerme cambiar de un estado de ánimo a otro completamente diferente con su sola presencia y sin motivo alguno. Y seguiré riendo y llorando, pero sin lugar a duda, siempre habrá una única forma de calmarme y hacerme sentir bien...Solamente tendrá que sonreir.


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